Desde pequeños deseábamos que llegara el otoño, para salir con nuestro tío al monte, en busca de setas. Es toda una experiencia, pero es muy importante conocer e identificar perfectamente las setas, ya que puede acabar francamente mal.
Después de recogerlas él mismo las preparaba y estaban exquisitas. Me parece que es una receta que no debe perderse, porque es muy sana y sabrosa.
Receta cazuela de niscalos
- 500 gr de niscalos
- 150 gr de puntillas de jamon
- 1 cebolla
- 3 dientes de ajo
- brandy
Los niscalos se pueden comprar en la mayoría de supermercados. Tienen un precio ligeramente superior al de las demás setas, pero se debe a que están muy demandadas y no hay suficientes para cubrir toda la demanda.
A la hora de comprar las puntillas de jamón es preferible que sean de jamón ibérico ya que el sabor que aporta es clave en la receta. Intentar evitar los dados de jamón que venden las grandes marcas. El sabor es muy diferente, y si quieres que tu plato tenga buen sabor, debes empezar por tener materia prima de buena calidad.
Limpia los niscalos con agua, evitando que la parte inferior del sombrero, se llene de agua. Reservalos.
Cortar la cebolla y los ajos muy finos y rehogar en cazuela de barro. Es muy importante hacerlo en una cazuela de barro, que hará que se dore todo más lentamente y le dará un sabor particular.
Muy importante: Para usar la cazuela de barro en una vitroceramica, es necesario utilizar un adaptador metálico para que la cazuela no se rompa.
Cuando estén doradas, introducir las puntillas de jamón. Mientras todo sigue dorándose cortar las setas con la mano y luego introducirlas en la cazuela.
Saltear todo hasta que las setas estén blandas. En ese momento añadir un chorrito de brandy y dejar cocer hasta que se queme todo el alcohol. Ir removiendo frecuentemente para que todas las setas mezclen sus sabores.
Espolvorear perejil y a la mesa
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