viernes, 16 de noviembre de 2012

Quinoa con espaguetis de mar



Para muchos las algas son solo esas molestas plantas que estorban en las playas cuando nos queremos bañar. Desde hace ya algún tiempo es habitual encontrarlas en varias estanterías de tiendas y supermercados. Las encontraremos en formato fresco y deshidratado. Muchas de ellas proceden ya de España, concretamente en Galicia se producen muchas de ellas.

Las algas son verduras de mar, que tienen gran cantidad de oligoelementos, vitaminas, proteínas de muy buena calidad,  y tienen ciertas propiedades adelgazantes y anticeluliticas.

Entre sus propiedades destacan:


Buenas para los diabéticos.
El dulce sabor de algunas algas es debido a su contenido en dos azúcares simples, el manitol y la fructosa. Ambos son de gran importancia para los diabéticos, ya que no aumentan el nivel de azúcar en la sangre.

Completan la dieta de los vegetarianos.
 Debido a su alto contenido en proteínas de gran calidad y de vitamina B12, La espirulina, por ejemplo, es más rica en proteínas que la carne, el pescado o los huevos. Además tiene una composición de aminoácidos esenciales en proporciones adecuadas, y de fácil asimilación.

Mejoran la vista.
 La mayoría de las algas tienen un alto contenido en vitamina A. Las Nori tanta como las zanahorias, y la espirulina hasta 15 veces más. Por eso muchos dietistas recomiendan su consumo para prevenir problemas de visión.

Beneficiosas contra la hipertensión.
 Su equilibrio mineral le convierte en un regulador del sistema cardiovascular que ayudan a combatir la hipertensión arterial, enfermedad que es menos frecuente en las zonas donde se consumen algas.

Facilitan la digestión y regulan el tránsito intestinal.
 A menudo se añaden a la cocción de las legumbres debido al ácido glutámico que contienen, que tiene la capacidad de reblandecer las fibras de otros alimentos; o se sirven en combinación con fritos para hacer más fácil la digestión ya que sus mucílagos protegen la mucosa gástrica y facilitan el tránsito de los alimentos a través del intestino.

Depuran el intestino.
 Por otro lado, el ácido algénico que contienen, debido a su naturaleza indigerible, actúa como un limpiador natural de los intestinos, ya que reúne las toxinas en la pared del colon y permite su eliminación de forma natural. Una receta tradicional japonesa, el shio-kombu, se ha utilizado durante siglos como remedio para las colitis (inflamación del intestino colon). Se prepara remojando el kombu, cortándolo en pequeños cuadrados y cociéndolo con salsa de soja y agua hasta que se ablande o haya desaparecido el líquido.

Calman la tos.
Algunas algas son eficaces contra los resfriados y estados gripales, y poseen un efecto béquico (anti tos). Tradicionalmente se han tomado como tónico respiratorio en una bebida espesa junto con zumo de limón y un edulcorante natural.

Ayudan a cubrir las necesidades diarias de hierro.
La espirulina, en particular, contiene más que cualquier otro alimento: seis veces más que los cereales completos y diez más que las espinacas. Por eso se suelen recomendar en el tratamiento de las anemias y en casos de debilidad general.

Disminuyen el colesterol.
 Las algas no solo presentan un 5% de grasas insaturadas esenciales para el organismo, que disminuyen el nivel de colesterol malo, sino que además, están desprovistas de grasas saturadas (las que lo aumentan). Su alto contenido en fibra también facilita su disminución.

Conservan la piel joven y el cabello sano.
Aunque resulte sorprendente, muchas algas contienen más vitamina E que el germen de trigo. Una vitamina con acción antioxidante, conocida popularmente como la vitamina de la longevidad y la belleza. Otras, por su contenido en zinc, resultan eficaces contra el acné. Por otro lado, su equilibrio en minerales y oligoelementos equilibra el nivel de sangre en el organismo y dan elasticidad y brillo al cabello.

Van bien para los dientes y los huesos.
100 g de Iziki seco contienen 1.400 mg de calcio, unas 15 veces más que la leche. La espirulina y la wakame también son especialmente ricas en este mineral. Por eso van bien para mantener la salud de los dientes y los huesos.

Templan los nervios.
 Porque destacan por su riqueza en vitaminas del grupo B (especialmente B6) que difícilmente pueden encontrarse en otras fuentes vegetales.

Neutrlizan los efectos de la contaminación.
Gracias al ácido algínico que contienen, capaz de combatir las toxinas neutralizando la actividad de los metales contaminados, radiactivos y tóxicos de nuestro organismo.

Reducen el estrés.
El alga dulse es muy rica en potasio y magnesio, por eso está recomendada para luchar contra el estrés. Asimismo, la riqueza en vitaminas del grupo B de todas las algas, hace que sean muy útiles en casos de nerviosismo, estrés, depresiones, ciática, lumbago, etcétera.

Facilitan el bronceado.
Por su alto contenido en en carotenos o provitamina A, que favorecen la producción de melanina y mantienen la piel sana.

Ayudan a adelgazar.
Porque son saciantes, ligeramente laxantes y aceleran la combustión de las grasas. Por su riqueza en yodo y la importancia que éste tiene en el control del metabolismo humano, y por su bajo contenido en calorías y elevado nivel nutritivo, que las hacen el complemento ideal en las dietas de adelgazamiento.

Estimulan el crecimiento.
Según algunos autores, la Chlorella presenta en su composición un factor estimulante del crecimiento CGF (Chlorella growth Factor), que favorece el desarrollo de los niños y adolescentes



En concreto en esta receta  aportan un sabor a mar que es ciertamente espectacular, aportando un punto de frescura y texturas que sorprenderán a los paladares mas exigentes.

Receta Quinoa con espaguetis de mar

Ingredientes:
- Quinoa en grano
- 2 pimientos amarillos
- 1 cebolla roja
- 1 tomate
- Algas espaguetis de mar

La cantidad de quinoa es similar a la de un plato de arroz. Depende del numero de comensales, contemplando un vaso para cada dos persones.
Los espaguetis de mar, utilizar un pequeño puñado. Si son deshidratadas, es importante rehidratarlas en agua  unos 10 minutos antes de utilizarlas.

- En una cazuela con aceite de oliva, saltear la cebolla cortada a gusto del consumidor. En nuestro caso, como ya hemos comentado en mas ocasiones, nos gusta que se noten los ingredientes, por lo tanto lo cortamos un poco grande.
- Cortar los pimientos y añadirlos a la cazuela.
- Añadir el tomate cortado en dados
- Incorporar las algas y la quinoa. Cubrir con la medida de agua (2 de agua por 1 de quinoa) y cocer a fuego bajo.



Ha llegado la hora de ampliar la despensa con nuevos ingredientes!!

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