Tras varios años pensando que los espárragos
blancos no nos gustaban, y tras ver en un programa de cocina que los usaban
frescos, llego el día en que nos decidimos a probarlos.
La parte clave de esta receta, es que sean
naturales. Los espárragos en conserva no se parecen en nada a los naturales, en
cuanto a sabor, textura y probablemente en propiedades nutricionales.
Así que nos dirigimos a hacer la compra, como
siempre fijándonos en el origen del producto (siempre consumimos productos
nacionales o locales). La verdad es que nos ha costado bastante encontrar
espárragos blancos con origen español, tienen el mercado lleno de productos de
otros países.
El espárrago blanco es necesario pelarlo, con un
pela patatas se hace muy bien.
El espárrago verde, es más tierno y más sabroso. No
hace falta pelarlo.
Solo los hemos cocinado a la plancha, con un poco
de aceite de oliva y salándolos una vez servidos en el plato. Concretamente los
hemos salado con sal negra, que le da un sabor salado pero volcánico.
Muy indicados como entrante, guarnición o como una
cena ligera.
Aplicaciones saludables de los espárragos:
- Afecciones
renales: Es un buen diurético que estimula la producción de
orina en el riñón. Contribuye a eliminar los líquidos retenidos en los tejidos.
Aquellos que padecen nefritis (inflamación de riñón) deben tomarlos con
moderación, debido al gran estimulo que produce sobre el riñón.
- Obesidad,
por su escaso aporte calórico.
- Eccemas
de la piel, por su acción depurativa y desintoxicadora.
- Estreñimiento,
por su contenido en fibra dietética.
Pruébalos y comenta que te han parecido.
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